la ruleta gira y gira antes mis ojos perplejos por no acertar una bola. mi dinero se desangra por el rojo que nunca sale, y por los pares que jamas llegan. corro desesperado mis fichas en bano como queriendo extender un poder que se apaga, deberia partir pero me quedo, apostando mi aguinaldo entero a las patas del verde cero, y nada, cualquier otro numero huerfano de apostadores, un destino obvio antes mis ojos, otra cosa que mis oidos desean no escuchar; latigasos en las espaldas de todos, de casi siempre todos, pero que importan los demas, si al fin de cuentas, cuando la noche me debore seco alli no habra naides, solamente, mi cuero de cocodrilo desplumado, y mis anteojos negros empañados de lagrimas calientes.