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La mascota
Me despierto desorientado, solo. Un zumbido recorre la azotea de mis pensamientos. ¿Dónde estoy? Una habitación blanca como la cal me apresa. No parece haber puerta. ¿Por donde habré entrado? No recuerdo, amnesia ¿He entrado por mi propio pie o forzado? Tal vez haya sido secuestrado. Poco probable, ningún sicario posaría sus frustraciones en mi. Soy un frustrado sin suficiente capital como para alegrarle la vida a nadie. Que frio! Estoy desnudo. ¿Y mi ropa? Las arrugas de mi pene me indican que ninguna ninfómana me tiene encerrado como conejillo de indias. Mala suerte. El habitáculo se asemeja a una cúpula veneciana. No he estado en Venecia, pero lo vi en el canal de viajes. En el centro de dicha bóveda un punto rojo. Una circunferencia color sangre arterial. Debió ser la entrada, pero de difícil salida pues esta demasiado alto. Soy bajo, no llego. Quizás haya muerto y esté en el purgatorio, en el cielo fijo que no, pues no veo a Dios en ningún lado. Ni a los santos. Demasiada blancura para el averno. Me pellizco la tripa, eso si que es un templo. Me duele. Los muertos no sienten dolor, estoy vivo. Me siento aletargado, tranquilo, sin temor a pesar de mis dudas. Me aburro pues no hay nada que se pueda hacer en una habitación a solas y vacía. ¿Me masturbo? Mejor no. No es el momento.
La circunferencia se abre súbitamente y de ella cae una mujer. Desnuda. Es negra o de color. No soy racista. Es una bella pantera, sus ojos me quieren devorar. Intento hablarle pero responde con vocablos inteligibles. Fóllame, habrá dicho. Pues se me tira encima como si de su presa me tratase. Erección límite. Penetración suave y sin entrabancos. No estoy casado ni tengo ninguna relación formal. No hay compromiso, conciencia tranquila. Disfruto. Se acabo, lo siento cariño, no sabes el tiempo que yo no... Se ha ido, no se como pero el circulo la ha absorbido. Joder que fuerte. Debo estar en un programa de esos que emite la basura de la sala de estar. La televisión. Me imagino la propaganda: “Mañana lunes, Félix será nuestro Príapo sorprendido, voten vía sms al 5500 si creen que su polvo ha valido la pena”. A todo esto de fondo una canción cutre comercial de nuestros amigos de OT. Ha sido una idea, desaliñada, sosa. ¿Como va haber sexo en vivo si Urdazi y el bigotillos controlan las antenas?
El estomago se me revuelve. Solloza como un volcán. Que hambre tengo, el sexo siempre me ha abierto el apetito. Signo de salud. No se donde estoy...pero estoy sano. Soy el hombre modelo de la OMS. No fumo. No bebo. No me drogo y follo con capuchón, menos hoy. Seguro que no estoy en un estudio clínico, se aburrirían con migo, además me hubieran dado un condón. De nuevo el cielo parece abrirse, huelo a comida. Aparece un gran plato de estofado de toro frente a mi. Exquisito aunque asesinado. Mi abuela lo hacía delicioso. Pero mi gula imaginativa ha burlado mis crédulos ojos. En verdad se trata de una especie de bandeja repleta de una humeante masa viscosa. No huele del todo mal. Mcdonal apesta. Parece bueno, sin dudarlo le hinco el diente. Casi sin masticar engullo. Siempre he creido que esa es la mejor manera de saborear. Comer deprisa. Parece una contradicción pero resulta, pruevenlo. Nadie me dirá que cierre la boca al masticar, ni sentirán nauseas al oir los chasquidos de mi boca. Estoy solo. Esta bueno. Parece una mezcla de distintos sabores mundanos. Su color no esta a la altura del gusto. Color marronaceo pienso de perros. Joder me acuerdo de esos económicos menús “talegeros”. El euro los engullo. Ahora no se puede comer por mil pesetas de las de antes en ningún lado. Pues al cambio suben hasta 7.50 euros mínimo, y eso que con el euro los precios no iban a subir. Eso si una mierda de “cheesburger” un euro. Puto imperialismo. ¿Por que no harán suculentos cocidos a 3 euros? Al cambio quinientas pesetas. En África se mueren de hambre.
Me he acabado el plato y pienso en la atiborrada siesta. Hoy será larga pues como estoy encerrado no puedo ir a trabajar. Sonrisa de felicidad. ¿Habrá llegado la competitividad laboral a tal extremo, como para encerrar al futuro currante para ver si su actitud esta encadenada al trabajo? Idea poco probable. Aunque me consta que hay empresas que se hacen con tu mapa genético por seguridad laboral. Me duermo. Despierto y nada a cambiado a mi alrededor. Comienzo a sentir algo de claustrofobia. Empiezo a estar agobiado. Demasiada parsimonia. Anhelo un paseo por algún monte lejos de las grandes urbes. Alejado de la polución. Por que no pondrán en los coches un escueto cartel encima de la matricula diciendo: La emisión de gases tóxicos perjudica gravemente la salud. O, sus hijos tendrán más riesgo de padecer cancer de piel, la capa de ozono se debilita. Claro esta, hay alguien a quien lo le interesa acabar con el jugoso oro negro. Pregúntenselo a los irakis. Ahora bien al tabaco lo están machacando. Lo que daria yo por fumarme un cigarrillo. Si lo se he mentido. Si que fumo, es un placer. Discúlpenme, pero hoy en día fumar esta mal visto. O lo dejan por mal visto. Eso si que es terrorismo psicológico, el recuadrito de las cajetillas. Así señores no dejaremos de fumar. Ahora machacarnos la conciencia si que lo haceís. La querida OMS.
De nuevo se abre el misterioso circulo. Sin poderlo impedir soy absorbido. Ahora si tengo miedo. Mucho miedo. Esto parece ciencia ficción. Paso a otra sala. Estoy rodeado por sombras con aspecto humano. No les puedo ver. Me toquetean, me hacen caricias, producen sonidos ambiguos, algo eléctricos, desconcertantes. Me apresan el cuello con un material frio, duele, pero me voy acostumbrando. Tiran de mi. Me parece que me sacan de paseo. El paisaje es extraordinario. Multitud de tonos verdes bañan unas montañas lejanas. La temperatura, agradable. Alguien de gran envergadura tira de mi y nos ponemos a caminar. A cien metros veo una chica rubia, esplendorosa, desnuda. Avanza hacia a mi. Me excito de nuevo. Ella tambien va atada. Se acerca me huele, lame mis nalgas y cuando estoy apunto de copular...ZAS Ese ser, enorme con forma humanoide tira fuerte de mi, me pega. Grita sin mesura y me aparta de ella. Ahora se como se sentía mi perro.

Texto agregado el 29-10-2003, y leído por 273 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
30-10-2003 Creo que hay distintas ideas que podrían dividirse en párrafos. Creo que el recurso del presente le quita cierta carga literaria al relato, incluso cierta verosimilitud. Parece una plática coloquial entre amigos. No es que sea malo, pero creo que podría cargarse más de artificios estéticos. Un abrazo gammboa
 
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