Cuento 1

A pesar de la reflexión que le diera su padre un juez reconocido o el llanto de su mamá la concejal. Esa noche agarro su mochila azul, sus libros, ropa nueva, celular que pensaba vender y se fue. –Me voy caraj…-fueron las ultimas declaraciones. – Mi camino me llevara a la libertad y no seré preso de la rutina-pensó en pro de la independencia anhelada hace ya un buen tiempo
Han pasado dos años y desde entonces Diego ya lleva más de 20 trabajos en su haber, pues la necesidad te obliga a hacer de todo para poder subsistir. El último fue de barman, lo despidieron porque se tomaba los tragos y empezaba a tratar mal a los clientes insultándoles y vomitando encima, luego tuvo una oferta para trabajar en el extranjero pero la rechazó -“I love south América”- respondió
No hay hogar como el hogar, aunque sea un alojamiento terrible de cuartos pequeños, ventanas oscuras que apenas dejan entrar la luz solar, puertas angostas y paredes apunto de caer, pero libre al fin. Salir a la calle es un reto día a día, de aquella lucha milenaria que se traslado de una cueva a la ciudad de cemento pero con los mismos animales y las mismas reglas.
La llamada plaza del estudiante que esta frente a la biblioteca municipal fue el lugar que eligió Diego para meditar -chicas en bikini se divierten en Miami e inauguran un nuevo cine en Túnez (tal vez) mientras el cielo se nubla y lloverá en Moscú- mientras dibujaba una sonrisa hacia la chica que estaba en el banco del frente.

Tomarte un te y quemarte la lengua, salir de tu casa y perder el micro en la esquina, pasar por debajo de una escalera son cosas científicamente terribles. -me levante por la noche abrí los ojos y era una casa vieja, esta casa es de hace 600.00 años me dije pero no di crédito a mis ojos pues será por la fiebre, se que me falla la cabeza – pensó Cristina

- mi verdadera libertad no se basa en aprender de los errores que terminaron con grandes civilizaciones como la Andina o de las guerras como el peloponeso, ir a grandes universidades como esa que se encuentra a unas pocas cuadras de aquí, necesito vivir y saber mucho de todo, la calle me ayudo a crecer como persona y a defenderme, nunca me falto nada pero ahora comprendo a los vendedores ambulantes y quizás muy pronto sea uno de ellos.

-me compró un reloj, que los cumplas muy feliz que es de buena marca y se fue, yo fui la regalada, la olvidada…
-hola preciosa, ¿en que piensas?- interrumpió el pensamiento Diego
-en nada- le dijo
-¿y lloras?
-eso no tiene que ver contigo

El instintivo y primitivo arte de elaborar ramos florales surgió al tomar unas cuantas del césped para regalar -mi padre conquisto con flores a mamá –dijo y recordó por primera vez con nostalgia a su familia -o por lo menos eso me contó el abuelo
-si quiere me dice su nombre -respondió Cristina

-Diego, pero mis amigos me llaman Ciego
-¿aja? ¿Y tú en que pensabas Diego?
-en que soy autosuficiente, me fui de casa y ahora vivo solo
-le diste forma a un fatasma irreal y ahora es peligroso
-¿cual es ese fantasma?
-el de la soledad, vuelve a tu casa y seras realmente feliz
-si quiere me puede decir su nombre…
-Cristina, y gracias por las flores.
-Me gusta venir aquí porque mi padre trabaja en una oficina de ese edificio que ves en frente, nose cual de todas es la suya porque nunca conoci el lugar, se que en estos momentos no trabaja y le escribe cartas anonimas de asesinato al alcalde solo porque se divierte cuando lo ve leer alguna de ellas, se fuma un cigarro y me recuerda pero al mirar por su ventana, ve que estoy aquí, que estoy bien y se siente mejor.
-Me gusta venir aquí porque él se me declaro en este mismo lugar “se que no manejo las palabras con habilidad y soy mezquino con mis sentimientos, pero si miras en mis pupilas veras reflejada mi verdad en ti” me conquistó con un beso y una tarjeta de corazones, aquí perdí mi libertad y pase a depender de el, pero un día simplemente no me amo más, sin embargo yo no puedo olvidarlo.
-¿la gran verdad del universo es el amor?
-vuelve a tu casa
-y tu ven conmigo a tomar un café y después haber que pasa, hace frió y aun es de mañana. Ojala que mis padres me perdonen por haberme ido…
-acepto, pero si no pasa nada que este fuera de lo legal.
-voy a volver a mi casa porque extraño a mi familia y te confieso que contigo me basta para sentir que puedo volar y llegar a completar mi metas…
-y yo siento, que puedo volver a amar-susurró