Me emociona mucho más la batalla de los logros. Donde hay logros no es preciso convencer a nadie con ideas. Sólo donde no hay logros es que se dan entretenidas batallas de ideas que uno observa como quien observa una pèlea de boxeo. Sólo por las ideas (sólo por las ideas) se han generado guerras y se ha perseguido y matado a mucha gente en este mundo. Lo triste es que mucha gente ha muerto por las ideas y muy pocos han muerto por defender logros concretos. Hay quienes creen que quienes hablan de ideas y defienden ideas manipulan las esperanzas de la gente desesperada por no existir ningún logro concreto.

Es igual una nada mantenida por algunos que una nada mantenida por otros. Se cree que quienes mantienen logran sacar provecho de la nada que generan. Pero a mí ¿Qué diferencia hay entre unos y otros, entre izquierda y derecha; cuando son oportunistas ambos que se amparan en la propaganda para subirse al poder? Acuso aquí sólamente a la Idea como propaganda, a la idea como discurso que por sí mismo pretende satisfacer.

Sin embargo es preciso aclarar que sólamente cuando hay logros objetivos es que uno puede tener una idea de lo que significa una idea o de lo que significa tener una idea o de lo que significa que alguien tenga una idea.

Una idea de lo que se necesita hacer para resolver o arreglar los problemas que aquejan a un país, por ejemplo. Eso sí es una idea y si se pone en práctica y da resultados o comienza comienza a dar resultados es perfecto. Entonces habrá sido una buena idea.

Pero si una idea comienza a caerse a golpes con otras ideas y comienza a perder su tiempo y no hay resultados entonces es una mala idea y si no es una mala idea entonces es una mala idea el que se haya caido a golpes, por lo menos.