El beso

Y fue en ese momento cuando las lágrimas en los ojos de ella
evidenciaron la resignación y la pérdida de la esperanza
al sentir que aquella despedida sería la última.

Fue en ese momento, fue en ese mismo momento
que la retina de él encontró en aquellas gotas
el sentido más profundo de su existencia.
Y como en la película más romántica,
como en la trova más hermosa,
como en el final del cuento más tierno
o como en la pintura más esperanzadora,
él se bajó del tren, la tomó del brazo
y con un beso desesperado la subió con él,
ya que sin importar cuando vacío estuvo en su pasado,
cuanto sufrió al no tenerla o cuantos años la esperó,
él entendió que ella era, es y será su razón para vivir.

No importaría cuán largo sería el viaje
cuán difícil sea el camino ni cuán inesperado sea el fin,
ellos decidieron vivir el viaje, el camino y el fin, juntos,
inmortalizando para siempre esta historia con aquel beso.