Reniegas en contra de todo.
Del sistema, de la vida, de tús amigos, no te das cuenta la mierda que eres -me dijo mi padre.
Ahora al final de mis días, en mi lecho de muerte recuerdo cada una de las cosas por las que he tenido que pasar y aunque tengo capitulos en mi que deso olvidar debo confezar que he sido feliz.
Feliz por haber amado a la única mujer que me ha soportado, ya que ella a pesar de todo se entrego a mí. Que pese a su caracter explocivo, siempre tuvo para mí una palabra llena de ternura. como aquella vez que por error le regale una maquina depiladora y me envio a devolverla, puesto que lo único que le interesaba era mi cariño y no lo material que pudiera regalarle.
En ese momento aprendí que no se saca nada con llenar al otro de presentes, si por dentro eres tan vacio como el universo sin estrellas.
Recuerdo tambien a mi gran amigo, Luis que siempre estuvo con migo, incluso cuando lo ofendi en una reunión de compadruchos por no querer tomarse un trago más de la cuenta. Amigos como él jamas he encontrado.
Pienso que estoy feliz de morir, porqué ahora encontrare la paz que he buscado.
Estoy feliz de morir, porqué me ire al infierno.
Estoy feliz de morir por que el mundo estara tranquilo sin mi.
Estoy feliz de morir, por que al otro lado del avismo te vere a tí.