Día ansioso


Los días no me llaman
las nubes me despiertan
sensaciones extrañas
el teléfono no suena

el reloj marca las 10.30
miro por la ventana
no quiero estar aquí
la lluvia me impide pensar

no tengo hambre
la pizza de anoche fue una bendición
fue porque no comí solo
y gracias doy ahora por comer sin ganas

pero la ansiedad
promete ser mi compañera
por el resto del día
e imagino que para mañana también

las horas de la madrugada
que autoridad otorgan
al que camina cabizbajo
dotado de todo lo que me agrada

el ordenador me da la oportunidad
de expresar cientos de melancolías
y sin la esperanza tener
de que mis palabras se plasmen en tus venas

alegrías van y vienen
las voces de la experiencia
me susurran
que la felicidad
de pequeños momentos se forja

la luna la espero con impaciencia
sus sonidos hacen luces claras
sus misterios ocultos están
para los corazones desamorados

algo en mi pecho
una brasa candente
y quiero quitarme la bufanda
me molesta para imaginarte

quema y quema
la dimensión de mi interior
y yo tengo que aguantar
hasta de mis errores bebo el sudor

cosas que
deseo decirlas de otra forma
pero sólo lo podría resumir
en una sintaxis amorfa

espero que las puedas coordinar
tu y sólo tu
escuchando los latidos
de ese órgano tuyo tan maravilloso

toma mi mano
yo tomo la tuya
siento que ambos estamos encadenados
con la facilidad de la confianza

coca cola, espagueti y amor
que como en la mesa
reunido con mi familia
pero con la mente y corazón en la mano

dispuesto a arrojarlos
allá donde estás
y dejar huellas de sangre
que hagan que me encuentres

libros de estudio, lápices y tareas
concentración perdida
mente distraída
latidos infinitos... ¡vuelan como pájaros!

libres como la libertad
evocada en un deseo extremo
que clama por ayuda
cuando nada puedo hacer bien

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