Constutuyes,
sin desear ser mas nada
la razón de estar aquí,
eres.

Cuando las ganas
vienen a mi lento encuentro,
para darme una salida
a lo que soy.

La distancia y el abrazo
que no cambio por estar
contigo el tiempo compartido
al estar sin ti.

Los motivos que me dan letras
los pensamientos y los sueños
al dormir si no te cambio,
los brazos para tomar otras quimeras.

Las ganas de levantarse
tras cada caída solitaria,
la intensión de hacer castillos
murallas y hasta ventanas
para brindarte en un suspiro.

El sueño con la efígie equivocada,
el rostro del amor incomprendido,
el tiempo en contra, la absurda necesidad
de hacer sólo lo correcto y entender
que juntos no podremos nunca ya estar.

Acaso en otro momento,
tal vez en otro lugar, en otro espacio
y en un tiempo compartido que ahora,
ni nos corrresponda ni nos favorezca,
el por qué de estar aquí... escribiendo.