Los hijos son un regalo del cielo; pero hoy no es mi cumpleaños.

Era cierto, no existía ninguna duda de que hoy era un día intermedio, como dicen: "entre Tongoy y los Vilos". Era un día fatal y dulce, como el abrazo de despedida, como el caminar en la cuerda floja.
Nunca había notado que mi mamá ponía flores azules en el baño... ¡Pero qué estoy haciendo! Mi vida pende de un hilo apolillado y yo pienso en flores azules (en realidad son muy bonitas).
Tengo que salir y contar la verdad, eso sería lo más correcto. Siempre me dicen que tengo que ir con la verdad por delante y etc, etc. Ahora que puedo hacerlo sé que no tendrá buenas consecuencias... Aun que... podría resultar bien, tengo a mi pololo conmigo. Tan preocupado como yo, igualitos... Lo único distinto es que yo lo sé y el todavía sigue mirando la puerta, como si pudiera traspasarla.
Esta tarde el pomo dorado está mas helado que otro días, no quiero terminar de girarlo, ¡por favor que se atore! ¡ Que se atore! No se atoró... Y ahí está él, tan lindo y serio. La última vez que lo vi así fue cuando quise raparme... se parecía a mi padre retándome por lo que iba a hacer.

- Salió positivo... estoy embarazada

Sin decir nada me abrazó, me abrazó como nunca lo había hecho, me abrazó con miedo e inseguridad. Era un abrazo tan grato... A mi nunca me ha gustado que me hablen cuando abrazo, pero ahora fue algo especial, sus palabras también me abrazaron, despacito como un humito multicolor en mis sienes.

- Tú sabes que me tienes para lo que sea, no escaparé. Me quedaré aquí con nuestro regalo.
- Jaja dices regalo como si fuera nuestro cumpleaños. Y para eso falta mucho... aun.
- Nunca haz oído cuando dicen: Los hijos son un regalo del cielo
- Creo que sí pero hoy no es mi cumpleaños.

Reímos, tratando de olvidar lo demás, solo nosotros tres. Una pequeña familia creada por accidente. A mis casi 17 años de edad, ya soy madre. Ya soy la que dará vida. Un tanto pronto pero hermoso. ¿Aborto? No gracias.

Resumiré el resto, padres exaltados, abrazos, sermones, lágrimas. Pero no se queden en eso, si no en este momento. En que el amor resolvía los problemas.