Llueve.
Cae sobre la acera y eleva el olor del frió,
Y no solo eso

Cuando miro hacia fuera a través del cristal
Me parece que soy yo quien cae y se desparrama sobre la superficie
Que desde muy alto y helado que vengo cayendo de hace un siglo atrás

Llueve y se me produce un sentimiento de nostalgia con el viento,
Como si el temporal tuviese esa especial capacidad para
Rescatar recuerdos tristes y soplarlos al oído

Y mientras se escucha el sonido de mil gotas que estallan
Yo rescato la empatia de las calles y me da por esparcirme entre la gente

Calzo las manchas de agua en las mejillas de una mujer triste
Que vende mentiras a la orilla de un abismo,
Que abriga infinitas apariencias para sostenerse en pie

La superficie cubierta de ríos y yo con lluvias y nubes,
Aun con vientos y gélidos labios irrumpiendo la memoria,
Descargando pequeñas penas a la hora de dormir

Llueve con intermitencia y probablemente mañana habrá
Que procurar guardar abrigos y asilar forajidos,
Buscar refugios calidos como el del vistazo a una cruz fundida en tu piel

Y mientras no cesé el temporal,
Mi calma será un sueño entre latidos firmes
Y un puñado de gotas cargadas de paciencia
Tan solo esperando los momentos
Previos a dormir sin conciencia del clima