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ELLA

Allí esta ella, sentada como siempre y alejada de todo, cada vez que la miro mi alma se alegra, todos los problemas se acaban, pero no, hoy no voy a hablar de mí, solo de ella, por que ella lo es todo.

La conocí en el peor de los momentos de mi existencia, o por lo menos cuando más basura me he sentido. Ese día salí de mi casa y como de costumbre me dirigía hacía la casa de mi exnovia y simplemente iba a pedir lo que siempre pido al llegar allí: sexo. Estaba un poquito desesperado lo reconozco (pero quien se aguanta las ganas cuando tus vecinos lo hicieron toda la noche y lo único de lo que eras participe era de los gemidos de ella), en fin, la busque, la encontré y me vine, lo que yo quería, ahora si me sentía bien, ella quería mas, pero yo tenía que irme, así que lo hice.

Al salir de allí, me sentía bien aunque reconocía lo basura que había sido hacía un rato, me dirigía al lugar de siempre, me tome una pola y como no tenía más dinero me fui, no sabía a donde, pero no quería volver a mi casa, a la Universidad no, no quería regresar allí, me parecía más tediosa que mi casa, así que decidí irme a sentar en un parque como cualquier vago y esperar a que algo saliera, y así lo hice, baje al parque cercano a mi casa y me entretuve mirando niños, por un momento pensé que sería buena idea tener algunos, pero menos mal y lo olvide luego; al girar mi cabeza, la vi, allí estaba ella, fue como una aparición, su rostro sublime me dejo ver que el cielo existe, creí en los ángeles y supuse que ella sería uno de ellos (demasiado cursi para mi estilo pero es cierto lo pensé), en mi cabeza solo tenía y sentía el enorme deseo de hablarle, de estar con ella, de acostarme con ella, pero talvez me conformaría si tan solo sus ojos se posaran en mi unos segundos. Pero no, no lo hizo, ni siquiera debió darse cuenta que yo estaba en ese parque y si lo noto le daría miedo y pensaría que hasta un ladrón podía ser. Se fue, se alejo del parque con un pequeño niño, que pensé que era su hijo, pero por la manera en que lo cuidaba debía ser mas bien su hermano, o al menos ese era mi deseo.
Mirarla alejarse fue apoteósico, su movimiento de cadera, su alegría, su elegante vaivén, el leve movimiento de sus senos (en los que note que al igual que yo tenía mucho frió), su sonrisa, por dios eso fue lo que más me impacto, esa sonrisa, tan picara, tan ingenua, inocente, pero al mismo tiempo, tan conocedora, tan coqueta, tan mujer, toda ella era hermosa, todo yo me excite con solo pensar en poseerla.
Me propuse seguirla, pero descarte la idea, talvez si me viera se asustaría más, pero decidí seguir visitando el parque a la misma hora todos los días.
Así todos los días estaba yo allí esperando ver a aquella hermosa mujer, pasaron los días y no volvió, de repente me arrepentí de no haberla seguido ese día, era un bruto, un menso, un huevon, no había nada que hacer, no quise volver nunca más no quería salir de mi casa, solo me daba golpes de pecho, me sentía más basura que nunca.

Un día me asome a la ventana de mi cuarto y la vi, estaba en la casa del vecino, la vi besarlo, me dolió pero inmediatamente baje, no quería que volviera a desaparecer así no mas, salí de la casa y la alcance en la esquina, me pare frente a ella y le dije que la amaba, así no más, se lo dije, me miro como si no existiera y siguió caminando, la tome del brazo y la bese, me golpeo en el rostro, volví a besarla y esta vez me golpeo en las hue..., maksdhlakshfjjas, masculle en medio de mi dolor, me miro como si le hubiera mentado la madre a ella, salió mas que enojada y se fue.
Cuando me repuse de mi dolor, me levante y la vi subirse a un bus, nada que hacer otra vez la perdí, pero al menos el vecino la conocía, lo que quería decir que la volvería a ver.
Regrese y me encare con él, o más bien me dirigí decentemente a su casa para preguntarle por aquella mujer, obviamente el muchacho estaba reacio a responder mi pregunta, pues la mala fama inventada en el barrio los tiene en mi contra, pero como pude le saque que era su novia y que... no más, no me iba a contar nada más, era su novia y el baboso sabía que estaba bien acompañado no iba a hablar de ella bien para que se la quitaran y menos un bandolero drogadicto como yo.

No volví a la universidad sólo para estar pendiente en aquella ventana del momento en que entrara o saliera de allí, un día o mejor una noche, eran como las 11, los escuche llegar, se escucharon risas, me asome a la ventana y estaban los dos en frente de la casa, estaban sentados en la acera, él la tenía por la cintura, la besaba con pasión y ella solo se dejaba hacer, no decía nada pero por la expresión de su rostro lo estaba disfrutando, se veía mas hermosa, lastima que el que le tenia las manos encima no era yo, pero bueno, de un momento a otro me di cuenta que el sujeto metió su mano por entre su camisa, empezó a tocarle sus senos, esos deliciosos y perfectos senos, ella estaba jadeando suavemente, no lo escuche pero su boca se abría y cerraba constantemente, se levantaron del suelo y se refugiaron en la sombra de algunos árboles, me cambie de ventana para seguir observando, ahora en mi nueva posición vi claramente como el hombre puso sutilmente su mano en la entrepierna de la mujer, vi como ella arqueaba su espalda pidiendo más, entonces él la metió por entre la ropa interior, empezó a masturbarla, ella se sentía muy bien, con su mano libre libero uno de sus senos y él lo tomo con sus labios, ella estaba jadeante, expectante, yo me excite, verla así fue fantástico, así no hubiese sido yo el profanador de aquel cuerpo, no soy yo el que le brinda placer en ese momento, pero ella me lo brinda a mí, tome en mis manos mi pene y empecé a tocarlo, quería al igual que ella venirme, la veía tan agitada, empecé a imaginar que era mi mano la que estaba logrando ese orgasmo, vi su rostro contraído, su sonrisa, su labio inferior, su boca entreabierta y supe que había culminado su orgasmo, inmediatamente me vine, me sentí como si hubiese estado con ella, fue fabuloso, pero como no todo es alegría el muchacho daño la diversión, al verla en ese estado quiso y como no lo ha de querer, penetrarla, se subió encima de ella y empezó a bajarle el pantalón, ella reaccionó intento bajarlo, pero el man estaba como poseído, no le hizo caso, vi como bajo su ropa interior, no sabia qué hacer, pero hice lo correcto, baje y me encare con el man, impedí una violación, ella se refugió en mi, me abrazo, él le pedía disculpas que ella ignoro todo el tiempo, la lleve a mi casa no sin antes propinarle al maldito un gran golpe en su cara, (no soy muy justo y menos cuando las cosas las hago yo, me encare con el man, de haber sido yo hubiera intentado lo mismo, y no es justo salir a la defensa de una mujer, preponderando valores, cuando te haces una paja en nombre de ella, cuando ves que alguien mas la masturba), en fin la lleve a mi casa y entonces caí en cuenta que estaba ebria, ella la mujer de mi vida, borracha, no importó, la senté y le brinde un tinto, lo único que tenía en ese momento, mi madre vino al auxilio y le explique lo sucedido, dejo que se quedara, y cuando se fue gire y ella estaba llorando, no paraba, la abrace tratando de consolarla, me miro y me beso, fue alucinante, olía a alcohol, cigarro y aun así fue un beso maravilloso, transportador, llevador, la abrace e impedí que lo siguiera haciendo, estaba ebria y seguro mañana no lo recordaría. La subí a mi cuarto la acosté en la cama y sentí la imperiosa necesidad de dormir a su lado, pero no, pensé en regresar a la sala pero al salir ella me llamo, no por mi nombre no, no lo sabía, tan solo me dijo “oye...”, gire y me dijo “quédate conmigo, no quiero estar sola”, no fue una petición eso fue una suplica, estaba asustada, su voz denotaba miedo, y entre toda esa penumbra confiaba en mi, me sentí súper y como no soy rogado me quede, no paso nada, solo me acosté a su lado ella me abrazo y se durmió. En la noche miraba fijamente su rostro, ese rostro perfecto, esa boca, sentí ganas de besarla y lo hice, fue un beso suave, toque todo su cuerpo, pero no con libido ni lujuria, simplemente quería reconocerla, quería saber quien era, mirar y percibir todo por su aura, toque su cabello, sus ojos, su cuello, su boca, sus brazos, sus senos, su cintura, su cadera, su cola, su vagina (allí me detuve un poco mas de tiempo, pero es que su olor me atrapo, la probé y la saboree un poco), sus piernas, sus pies, en fin toda, fue delicioso, sin un ápice de excitación la toque y aunque es probable que no lo sintiera, yo necesitaba hacerlo.

Al despertar decidí no estar a su lado. Ella bajó la escalera hacia la sala, me miró y me saludo, la mire a los ojos y me dio las gracias, dijo que me había portado muy bien con ella, (eso crees, pensé yo), no pude evitar que una sonrisa cruzara mis labios, pregunto que pasaba y yo dije que nada, pero que no debería tomar con gente en la que no confiaba, sonrió lacónicamente y dijo que había confiado en él, pero que la había desilusionado, de nuevo me dio las gracias y como quien no quiere la cosa, se acerco a mi y pregunto si había pasado algo entre nosotros la noche anterior, la calme y le dije que no, que estuviera tranquila, que la próxima vez tuviera más cuidado y que si me necesitaba ya sabía donde encontrarme, me dio su nombre, Emily, un nombre hermoso para una persona hermosa, le di el mío, bastante simple y común Joshua, o sea José, por eso digo común, la diferencia es que esta en no sé que idioma, pero es Joshua, José, en fin dijo que era un nombre bacano, quedo en llamarme o visitarme nuevamente me dio las gracias y se fue.

Lo único que cruzo mi mente luego que ella se fue, era el hecho de que me debía algo, la había salvado de alguna manera y estaba agradecida, así que eso lo iba a aprovechar para bien mío, estaba enamorado pero no era huevon y no iba a dejar escapar las oportunidades que me ponía de manifiesto la vida. Así que empecé a trazar mi gran plan... que siendo sinceros no era tan gran plan y no era nada original, simplemente quería salir con ella, sabia que me diría que sí, estaba en deuda conmigo.

Cuando nos vimos de nuevo casi estalló de la emoción y por otras razones ya que esta mujer estaba preciosa, solo verla me alborotaba la libido y su sola presencia hacía de mi un completo idiota. Ella estaba muy bien vestida, no sé que esperaba de una cita conmigo, pero parece que exagero algo, pero en fin estaba preciosa, me miro algo desilusionada talvez pensó que iría igual que ella, pero no, yo iba con chaqueta, jean y los tennis rotos de siempre, muy degenerado para el gusto de ella, pero no iba a cambiar quien soy solo por una mujer, pero por una mujer de estas quien sabe, tendría que brindarme o darme algo muy bueno a cambio.

Fuimos a cine, me gaste los ahorros para llevarla, no importaba, lo había hecho y hasta el momento no me había arrepentido, vimos algo así como... bueno no sé el nombre, pero a ella le encanto, yo me fastidie en cuanto entre, ese no era mi ambiente, pero lo disimule, no fuera a pensar que era ella la que me aburría, por que con las mujeres nunca se sabe, en fin, salimos de allí y yo estaba súper aburrido, ella súper contenta, así que le pregunte que si quería la llevaba a su casa, por respuesta recibí un beso, caluroso, y muy caliente.
La tome por la cintura y la lleve a mi casa, mi madre no estaba y la guíe a mi cuarto, mientras subíamos los besos fueron subiendo de tono, se tornaron excitantes, húmedos, nuestras lenguas se entrelazaban y la mía anhelaba penetrarla, poco a poco le empecé a quitar la ropa, su blusa cayo sobre unas copias, su pantalón encima del computador, su brassier en mis manos, no lo quería botar, pero lo hice, me deshice de todo aquello que me pareció un estorbo, ella solo atino a quitarme la camisa, yo no quería estar desnudo, quería verla a ella y disfrutarla de esa manera, ella lo permitió, bese su cuello, la acosté en la cama, fui deslizando mi lengua poco a poco, roce con ella sus pezones y de su boca libero un pequeño quejido, fue apoteósico, sentirla, tocarla, escucharla, su cuerpo excitado se movía bajo el mío, seguí bajando y llegue allí donde ya había estado una vez, maravillado tome entre mis labios su clítoris, palpitante, expectante, deseoso, grande, lo tome y ella solo suspirando, gemía y lo disfrutaba, así tuvo su primer orgasmo, de ella manó ese néctar delicioso, lo tome todo, no quería desaprovechar nada de ella.
Subí y bese su rostro, se le notaba extasiada pero yo no podía y no quería detenerme, bese su boca, le dije que la deseaba que la amaba, que su coño me encantaba, así con esas palabras, burdas o no, no me importo y a ella tampoco, le dije que ansiaba meter mi polla allí donde segundos antes había estado mi lengua, solo gimió, y para mi fue un si, subí de nuevo a su cuerpo, la bese y la penetre, todo en uno, fue suave, caluroso, caliente, estaba tan excitada y tan mojada, de verdad estaba tan mojada, fue un recibimiento de los mejores en mi vida, suave, caliente, pero fuerte y ansioso, me moví suave, luego duro, ella gemía y gemía, mis labios se fundían con los de ella con frecuencia, luego susurro, “me vengo”, no cambie mi ritmo, seguí igual y así poco a poco se vino, sus gemidos ya no eran susurros, esta vez se vino fuerte completo, sentí sobre mi pene el flujo de su orgasmo, me excite, su vagina se contraía de una manera fascinante, mi pene se irguió mas y no lo soporte me vine casi en seguida, la llene por completo, lo disfrutamos, delicioso, hermosa, juntos, un clímax...

A la mañana siguiente, cuando abrí los ojos mi madre nos observaba, seguro que iba a armar cantaleta, pero yo tenía la disculpa perfecta, estaba enamorado, sabía que mi madre se alegraría razón por la cual no diría gran cosa; salí del cuarto y me dirigí con ella a la cocina para hablar sobre esta situación tan bochornosa. Le explique y le pedí disculpas por irrespetar la casa, me entendió, me comprendió, era mi madre, me abrazo y me felicito.
Subí de nuevo a mi cuarto y allí estaba ella, con sus lindos ojos negros abiertos, su cabello lacio ensortijado, su boca del color de las fresas, gracias a los besos recibidos, y con esa hermosa sonrisa, además de tener claro la cara típica de una mujer cuando a gozado como se debe del sexo. Me acerque y entonces fue cuando empecé a conocerla, retraída, parecía no escuchar mis palabras, estaba ida, pero yo sabía que me escuchaba, yo sabía que interpretaba todo lo que yo decía, esa imagen a quedado en mi cabeza hasta ahora, además por que siempre hace lo mismo, no es maña ni ganas de joder, simplemente es así hermosa, linda, callada, sentimental, y tantas cosas, que no me quedan líneas para describirla, es tan amplia, uniforme, misteriosa, jodidamente misteriosa, y me encanta.
La tome en mis brazos y me jure nunca alejarme de ella, amarla hasta el final de mis días, darle el sexo que exija y como lo exija, vivir para ella, crear para ella y por ella, Emily, fantabuloso nombre, como ella, mujer fantástica, mágica, fabulosa...
Bese su boca de cereza y quería con toda mi alma y mi cuerpo por supuesto, hacerla mía de nuevo, sentirla húmeda y abrasadora, sentirme dentro de ella y que ella se hostigue de mí, que se sienta llena de mí, hastiada..., recorrí de nuevo su cuerpo, ya lo reconocía ya era mío, ya estaban mis huellas implacables e implantadas en él, ya era mía, bese su cuello, bese cada parte de su piel, lo olvidado la noche anterior lo toque, lo recapitule, su espalda, sus orejas; mi libido se aplaco, tan solo quería tocarla no deseos sexuales, solo su piel y la mía, solo nosotros, ella y yo...

Y así fue como la conocí, y ahora allí sentada, callada, sumida en su silencio, pensando, ¿en qué?, No sé nunca he sabido a ciencia cierta que piensa que siente, que vive, lo único claro es que me vive a mí cuando esta conmigo, igual que yo la vivo a ella, lo único claro es que al igual que yo me ama y por eso esta ahora en ese sillón, por que después del rato de placer, viene el proceso de recapitular y talvez de soñar, si es eso lo que en verdad ella hace cada vez que termina de tener sexo conmigo.

Texto agregado el 14-05-2005, y leído por 104 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
18-05-2005 Un texto frentero, descarnado, mostrando eso que muchos hombres piensan acerca de las mujeres. Es un texto sincero. El erotismo que manejas al principio me gusta bastante, ya la segunda y tercxera parte donde aparece el sexo en todo su espelndor me parece que hace un poco banal y rutinario el texto. Si el personaje-narrador siente que tiene que decir una groseria, que la diga (para mi es mejor que diga huevon que ijhijijhki) El texto agarra, tiene gancho, pero al final se debilita, tal vez por esta extraña refelxion acerca del amor donde , a mi parecer, nunca hubo amor. Es un texto eminentemente sexual. Tal vez asi es en el mundo real amor=sexo. Formalmente, debes revisar puntuacion, ortografia, muchas tildes pues la narracion es en pasado, evitar cacofonias (librar libre) (lacio ensortijado). Estos son detallitos que se pulen con el tiempo, la lectura y el ejercicio de la escritura. Por lo demas, pienso que vas bien encaminada por las letras. Hay es que definir un estilo propio, agregar algo mas a tus narraciones, esa vision propia particular...eso original. Akeronte
14-05-2005 uf, lo lei enterito, muy lindo y sincero, jajajaja, eres realemnete sincero y te expresas al 100% cada palabra tuya describe esa vivencia, te fellicito mis * White_Nemesis
 
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